"Se trata de amor, vida y muerte, todo lo demás es administrativo" Ian Gilbert
A lo largo de nuestra vida organizamos los eventos más importantes de ésta, nuestra boda, nuestro aniversario, la comunión de nuestros hijos, la fiesta de Navidad de nuestra empresa, etc. Pero, ¿hemos pensado alguna vez en el adiós? ¿Y el adiós? El adiós, también se organiza.
"La Organización de Eventos como herramienta para el diseño de una start-up de eventos funerarios basada en la innovación y personalización" fue el tema que elegí para mi Trabajo Fin de Grado. Tuve la suerte de contar con una profesional que me ayudó y puso a mi disposición todas las herramientas necesarias para que el trabajo fuera un éxito, y aún más, para que no dejara de pensar en este tipo de eventos hasta que los llevara a la praxis.
Pensar que seré yo quien organice mi adiós me da la seguridad de que todo será tal y como yo quiero. Simplemente, que mis deseos sean esos y no otros, y sobre todo que no se organice en base a las buenas intenciones, tradiciones y/o costumbres de mi familia o peor aun de una compañía funeraria.
Todo está cambiando y los acontecimientos presentes nos hacen plantearnos muchas cosas, entre ellas, la muerte, nuestro adiós. Todos tenemos derecho a tener ese adiós y, cada uno de nosotros de la manera que desea.
Debemos tener en cuenta que es una decisión basada "casi siempre" en nuestra personalidad y vivencias, por lo tanto, no puede haber un evento funerario igual a otro. Hoy en día la realidad es otra. Todos los funerales son iguales, cortados con los mismos patrones y sin personalización alguna. Son un mero "trámite administrativo".
Cuando comencé con este proyecto había algo en mí que me hacía distinta a la hora de poder trabajar en este tipo de eventos, y era la naturalidad con la que he hablado siempre de la muerte. Para mí la muerte forma parte de la vida, es un ciclo de la misma. Es la aceptación de que todo tiene su principio y su fin.
Los eventos funerarios nos gusten más o menos, forman parte de nuestra vida, y dentro de la tipología de eventos sociales son los que más necesidad de reinvención tienen. Las generaciones presentes y futuras observarán la evolución de este tipo de eventos. Pudiendo elegir lo que un@ quiere para su adiós.
Pero siendo conscientes de que lo único que no puede variar en este tipo de eventos, es todo lo relacionado con la inhumación y cremación. Lo demás dependerá de la voluntad de cada uno.
Desde mi punto de vista, la personalización de este tipo de eventos tiene su parte entrañable, es la propia persona quien organiza su adiós, con la finalidad de que sus familiares y amigos el día elegido (no tiene que ser necesariamente el día del fallecimiento) sean testigos de lo que quiere decirles aun no estando allí.
Elegir quiénes estarán en nuestro adiós es también una de las ventajas, hay personas que no querrás que estén ni por cortesía, por ello habrá una lista de invitados como en todos los eventos. Otras de las ventajas que podemos encontrar son: que el duelo será más llevadero, que impera la última voluntad de la persona y que no serán tristes y fríos como lo son ahora.
Todo avanza a marchas forzadas, aunque apenas nos demos cuenta. Lo que antes tenía fuerza ahora ya no la tiene, lo que no creíamos que existía, ahora existe.
Ante tantos cambios, nuestros deseos deben prevalecer hasta el final. Tenemos la opción de decidir cómo será nuestro adiós, que nadie elija por nosotros.
Personalizar los eventos funerarios aportará a la sociedad nuevas opciones acordes a preferencias y gustos. Es necesario que haya más variedad para que no tengamos que recurrir a lo de siempre. A la triste realidad de siempre.
Comments